miércoles, 17 de agosto de 2011

¿Condenaba Platón la filosofía para los jóvenes?





"Todos sabemos que la filosofía surgió en Grecia hace un centenar de generaciones, y en esta hazañas reconocemos a figuras como Tales, Anaximandro, Anaxágoras y Anaxímedes. Aparentemente la filosofía estuvo primero encarnada en aforismos, poesía, diálogo y drama. Pero esta variedad de vehículos filosóficos duró poco, y la filosofía se convirtió en lo que a la larga ha continuado siendo, una disciplina académica, cuyo acceso estaba limitado a los estudiantes universitarios. En su mator parte, estos estudiantes de los nieveles más altos de educación han apredido filodoía más que a filosofar. Estudian la historia de los sistemas filosóficos (quizá desde los presocráticos a Hegel, o desde Aristóteles a Santo Tomás, o de Russel a Quine) preparando exámenes finales o extensas argumentaciones filosoficas sobre oscuraos pero repetados remas para obtener su grado académico.
Sin embargo, la filosofía ha sobrevivido. En una era en la que la mayoría de las humanidades han sido puestas contra la pared, la filosofía a logrado mantenerse a flote de alguna forma (aunque sólo escasamente), convirtiéndose en una industria de conocimiento: ¡pace Sócrates! Pero el precio de superviviencia ha sido alto: ha tenido que renunciar practicamente a toda pretención de ejercer un papel socialmente significativo. Incluso los más famosos profesores de filosofía de hoy admitirán que tan sólo son minúsculos actores o miembros de la multitud en el amplio escenario de los asuntos mundiales.
De forma extraña, a pesar de su continua impotencia social, la filosofía se ha mantenido como una disciplina de increíble riqueza y diversidad. Sólo en los últimos siglos se ha divulgado una nueva opinión, sugiriendo que la filosofía tiene aplicaciones prácticas insospechadas por los académicos, y por todas partes hay gentes que se admira del extenso panorama de sus aplicaciones.
No obstante, aplicar la filosofía no es lo mismo que hacerla. El modelo para hacer filosofía no era una adquisición,ni una profesión, sino una forma de vida. Lo que Sócrates nos enseña no es a saber filosofía, ni aplicarla, sino a practicarla. Nos desafía a reconocer que la filosofía es, en cuanto un hacer, en cuanto una forma de vida, algo que cualquiera de nosotros puede imitar.
¿Cualquiera de nosotros? ¿O sólo varones? ¿O sólo adultos? Para algunos filósofos, la racionalidad se encuentra sólo en los adultos. Los niños (como las mujeres) pueden ser encantadores, preciosos, divertidos, pero rara vez se les considera capaces de razonar con lógica o de ser reflexivos. Descartes, por ejeplo, y el joven Piaget, parecen considerar el pensamiento infantil como un período epistemológico del que, afortunadamente, uno se desprende cuando madura. La dicotomía adulto/niño tiene un claro paralelo en la existente entre gestión empresarial (“racional”) y obreros ideales (“voluntariosos”). No obstante, es probable que a Sócrates le hubiera parecido absurda la dicotomía entre adultos y niños por lo que respecta a su capacidad para seguir el estilo de vida filosófico."
Continúa…
LIPMAN, M. Y Otros, (1998) La filosofía en el aula, Cap 2: “La práctica filosófica y la reforma educativa.” Ed. De la Torre, Madrid.

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